La columna dominical de Pedro Ortiz (Prom 85) en EL COMERCIO

Pedro Ortiz (Prom 85) se graduó de periodista en la Universidad de Lima y después de laborar durante varios años en la sección Deportes, se desempeña actualmente como parte del equipo editorial de El Comercio. Aquí les dejamos una de sus últimas columnas.

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http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-08-26/imecopinion0775378.html

LA SEMANA QUE PASÓ

Lecciones por aprender

Entre tanto dolor, incompetencia y muestras de solidaridad, desde Corea del Sur llegó una grata noticia

Por Pedro Ortiz Bisso

No debimos sorprendernos con la desesperante desprolijidad y lentitud con que el Gobierno reaccionó tras el terremoto del miércoles 15. Si hubiéramos visto su actitud en perspectiva, habríamos corroborado que la desorganización que acompañó la entrega de ayuda a los damnificados, la ausencia de una cabeza visible que se encargue de articular las acciones frente a la emergencia y los absurdos desbordes verborrágicos del presidente forman parte de un estilo de hacer las cosas, de una manera improvisada de afrontar los problemas, iniciada hace casi trece meses, exactamente el 28 de julio del 2006.

Las dos últimas perlitas de la semana lo confirman: el desenlace anunciado, aunque no menos escandaloso, de la frustrada compra de patrulleros por parte del Ministerio del Interior, y el lanzamiento del Pisco 7.9, metida de pata delirante que, afortunadamente, fue rápidamente corregida.

No es cuestión de voltear la página, como apuradamente piden algunos funcionarios estatales, sino de sacar lecciones para no desbarrar la próxima vez. Porque mañana, pasado o dentro de cinco años, cuando la naturaleza así lo decida, un nuevo sismo matará gente, destrozará viviendas, partirá carreteras, sacudirá nuestras más profundas emociones, y sería inhumano que volviésemos a cometer los mismos errores.

Entre tanto dolor, incompetencia y extraordinarias muestras de solidaridad, desde Corea del Sur llegó una noticia grata: una nueva generación de futbolistas, encabezada por un tipo amante del perfil bajo llamado Juan José Oré, se metía en la historia del fútbol peruano logrando que la selección Sub 17 clasificara a los octavos de final del Mundial de su categoría en el primer lugar de su grupo, invicta y sin un solo gol en contra.

El Perú vive la trágica ironía de sentirse futbolero, pero conocer poco de victorias. Por ello la campaña de estos chicos se agiganta, porque se consigue a pesar de los desencuentros dirigenciales y la desorganización reinante. Visto en perspectiva, lo que ocurra en adelante en el Mundial importa poco. Oré y sus muchachos nos han demostrado que para conseguir un objetivo, en el fútbol o la vida diaria, no hay misterios que valgan. La fórmula es trabajo y planificación. Tan solo eso.